"EL ESPEJO" - Autorretrato

 AGUSTIN FURFARO

Autorretrato


Para esta experiencia, quise autorretratarme de una manera distinta. Contar algo que me pasa a mí, y asumo que nos pasa a todxs. Muchas veces me sentí insuficiente, depresivo, con una energía muy negativa; donde todas tus ideas o forma de ver la vida son complejas y sofocantes; incluso si intentas hablar con alguien puede parecerle de fácil resolución, pero cuando tratas de solucionarlo por vos mismo, es como estar en guerra con tu propia mente.
Se trata de una fuerte carga emocional negativa que suele mostrarse en forma de rabia, miedo, tristeza. Todo es un bucle interminable de sin sentidos de utilidad.
Son esos demonios internos que te carcomen la cabeza, que no te dan tranquilidad ni estabilidad. Irrumpen con nuestra normalidad y nos desencajan de todo nuestro ser.
Esta vez quería retratar esa parte o estado de una persona. Que así como me pasó a mí, alguna vez te habrá pasado a vos o a alguien cercano.



Esta foto fue el resultado de todo eso que quería representar. Inundé la mitad de mi cara con una luz roja muy intensa, que represente toda esa carga emocional fuerte, propia de la ira y la impotencia que te genera estar cruzando por un estado así. Mis ojos cargan de todo ese malestar, están brillosos a punto de caer en lágrimas. Pero siguen ahí, contenidas. Atravesando eso que nos perturba, pero tratando de ser fuertes y conteniéndonos para no llegar a situaciones mayores. Todo es oscuro, tu entorno, vos. Todo se vuelve "maligno". Es ese trasfondo que tenemos en nuestro interior, pero que nunca dejamos notarse. Ahora esta, viéndose.

Me pareció muy interesante la sensación que genera mi ojo del lado derecho del encuadre. Siento que lo demoníaco se ve ahí. En esa mirada penetrante a cámara. Esa baja exposición y realzado de los brillos de los ojos llorosos. Todo esa carga se puede ver en ese ojo. Y me surgió una idea a raíz de esto. ¿Qué pasaría si la foto fuera así?:


 En ese recorte puede verse claramente a que me refiero. El peso de la expresión gana mas fuerza. Es como esa ventana hacia el interior que de verdad esta mostrando todo ese caos, que a la vez es terrorífico. Aterra. 

Al ver este autorretrato y compartiéndola con algunxs amigxs, surgió la idea que nos remitió a la pintura "El Ángel Caído" de Alexandre Cabanel. 
Este pintor crea a un Lucifer lleno de ira reprimida, derrotado, devastado. En su mirada y la pose que realiza en su figura, claramente puede verse esa intención. Una lágrima cae luego de ser contenida.

Esto último me motivó a capturar otro autorretrato. Me interesaba esto de la lágrima cayendo; lo artístico y representativo que puede llegar a ser. Entonces, tuve como resultado la siguiente foto: 


Casi como en una pintura, mi cara se difumina en la luz roja que no deja de ser intensa. Una lágrima cae en mi mejilla. La importancia de dejar caer esa lágrima, de asumir esa carga y dejar de contenerla. El desahogo es la clave para poder superar ese estado. Y luego, la mirada al horizonte, al igual que en la de Lucifer. Tratar de mantener ese equilibrio luego de la devastación. Creer y confiar que hay una salida, pero es nuestra decisión encontrarla.

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